domingo, 20 de noviembre de 2016

Una vida pasada: parte 3


parte 3 “Emma y las discusiones nocturnas”



Emma:  [todas las mañanas] ¿Pablito de donde sacas la energía para salir antes del amanecer?

JPablo: No lo se…..

La verdad, si lo sabía desde el fondo de mi corazón lo sabia, sabia lo que quería olvidar, sabia ese sentimiento tan abstracto que  es el amor. Pero bueno ya habrá momento para escribir sobre eso.

San luis potosí, entre noviembre 2013 - Marzo 2014 todas las mañanas me levantaba e iba al parque morales, de regreso, a dentro de la casa tomaba un poco de agua y le daba los buenos días a Emma, mi compañero de cuarto,

JPablo: Buenos días EMMAAAAA!!!!!!, que ¿Listo?
Emma: em mmmm, memmmmmm, dejame en paz….
JPablo: Vamos arriba que se te hara tarde
Emma: no si todavía son las….. Rayos

y así empezaba el día de Emma, brutalmente despertado y corriendo de un lado para otro porque se le estaba haciendo tarde, era divertido verlo como perdía un poco la cabeza.

Emma, salia antes al trabajo, yo solía hacerlo un poco después, ambos trabajábamos la mayor parte del día, y nuestros horarios no coincidían, ya que cuando yo me preparaba mi cena, él estaba en su GYM de Crossfit y cuando él llegaba a cenar, yo salía a entrenar 5K con Carlos, la hora de charlar era cuando ambos estábamos en la habitación listos para dormir.

JPablo: ¿Como te fue hoy Emma? ¿Rompiste algún corazón?
Emma: No, que bueno hubiera sido, estoy rodeado de idiotas que no saben hacer su trabajo
JPablo: hahaha, es normal, bueno eso creo yo

Hablamos de peculiaridades de nuestros trabajo, sueños, aspiraciones, chicas y alcohol y uno que otro chisme de la casa donde vivíamos, era divertido, excepto la vez que discutimos por “ El Javon para los trastes (Platos)”, yo en este escrito, admito que fue una inmadurez mía, lo siento Emma, me pase de mal amigo, fui un “perro desconsiderado”, reflexione sobre esa discusión en particular, cuando me dormía solo en un departamento, sin nadie con quien charlar, rayos, se extrañan a las personas.

Todas las noches, cuando terminamos de hablar:

JPablo: Buenas noches Emma, que descanses.
Emma: Buenas noches Pablito.

Cerraba mis ojos y escuchaba que Emma desgastaba su iPhone a mensajes y whatsapps, eso me arrullaba. Al día siguiente antes del amanecer, miraba el cielo estrellado, la luna tan brillante como siempre, me ponía de pie, me vestía para salir y volteaba a ver a Emma y seguía dormido, a veces le murmuraba, Buenos días Emma, otras simplemente le jalaba los pies. me alistaba y me preparaba para salir.

Un nuevo día comienza, con Emma dormido y yo listo con mis tenis.

Relacionado:

No hay comentarios:

Publicar un comentario