No lo sé, hace meses que los domingos a mediodía, recorren en mi recuerdos, de lo que fue hace tiempo, de las experiencias, las personas y las cosas que hacía, es un rato melancólico, algo parecido a la hora negra, pero menor.
Sensaciones de vacío, ese nudo en la garganta, ese noseque, que se yo que siento, cosas raras por así decirlo.
Los domingos también trabajamos, hasta mediodía y después de ahí pasamos una tarde con cerveza y hot-dogs, o cualquier otra porquería que en ese momento teníamos ganas, allá me sentía vacío, con ganas de gritar o hacer otra cosa, salir hablar con personas no lo se, cualquier cosa era mejor que ese cautiverio.
El balcón donde pasé muchas tardes recordando a una dama, incapaz de ir a verla, porque en aquel entonces, la prioridad era el trabajo y nada más, mi recompensa por ser obediente y acabar el trabajo en la fecha, era poder verla un día, a veces ese día era una vez al mes, o una vez cada 2 meses todo depende de las cosas que tendría que hacer, rayos ahora que lo pienso, tantas buenas experiencias que nos perdimos, tantos proyectos que pudimos empezar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario